Según cuentan en el vídeo, si un cerdito se aleja del grupo y se enfría luego la madre no lo acepta para mamar, lo que le lleva a la muerte. El granjero sabe como solucionarlo poniéndolo al "baño maría".
Detrás de esta ricura está la realidad, que no es otra que el triste futuro de este lechón, que acabará en el plato de alguien al que seguramente también le resulte muy rico.
lunes, 28 de septiembre de 2009
sábado, 26 de septiembre de 2009
Universo de conocimientos
Penny: Y tú sabes de esas cosas (marketing)?
Sheldon: Penny, yo soy físico, tengo conocimientos sobre el universo entero y sobre todo lo que contiene.
Penny: Qué es RadioHit?
Sheldon: ... ... ... tengo conocimientos de todo lo que es importante en el universo.
Visto en Big Bang
viernes, 25 de septiembre de 2009
jueves, 24 de septiembre de 2009
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Héroes
Un héroe de verdad no necesita adulación. Lucha por el bien y la justicia sólo porque esa es su naturaleza.
Lo decía Sheldon Cooper (Jim Parsons) en Big Bang.
martes, 22 de septiembre de 2009
lunes, 21 de septiembre de 2009
domingo, 20 de septiembre de 2009
Ciudadana bicicleta
Está claro que la bici es una alternativa al coche. Si en cada vez más sitios se usa con éxito, por que en otros no lo hace. La perrería de la gente es el problema, creo yo. Lo de Zarautz o Donosti es espectacular.
Visto en Documentales naturaleza,ciencia y energía
Visto en Documentales naturaleza,ciencia y energía
viernes, 18 de septiembre de 2009
martes, 15 de septiembre de 2009
Birds on the Wires
Es una fotografía que Jarbas Agnelli encontró en una revista. Decidió convertirla en música tal cual se veían los pájaros en ella. ¡Sin Photoshop! Utilizando el software Logic y After Effects completó la pequeña y simpática película.
lunes, 14 de septiembre de 2009
sábado, 12 de septiembre de 2009
Palomitas y ruido
Cómo convertirse en "el puto amo" a base de hacer algo que a nadie normal se le ocurriría.
Y esto que no sé ni cómo definirlo:
Está claro que el que no es popular es porque no quiere.
Y esto que no sé ni cómo definirlo:
Está claro que el que no es popular es porque no quiere.
viernes, 11 de septiembre de 2009
jueves, 10 de septiembre de 2009
Sobre chusma y sobre cobardes
Se me han cabreado unos vecinos de Tordesillas porque el otro día califiqué de chusma cobarde a la gente que se congrega cada septiembre para matar un toro a lanzazos mientras la junta de Castilla y León, pese a las protestas de las sociedades protectoras de animales, mira hacia otro lado y se lava las manos en sangre, con el argumento de que se trata de una tradición y un espectáculo turístico. No sé si es que los llamara chusma o los llamara cobardes, o las dos cosas, lo que pica el amor propio de mis comunicantes. El caso es que se dicen «lanceros de Tordesillas, y a mucha honra», y preguntan cómo yo, que alguna vez he escrito que me gusta asistir de vez en cuando a una corrida de toros, me atrevo a hablar así de lo que desconozco, o sea, de «un duelo atávico y mágico, un combate de la bravura contra la inteligencia, un ritual de valor y de bravura que se celebra desde tiempo inmemorial». Exactamente eso es lo que dicen y lo que preguntan. Así que, con el permiso de ustedes, se lo voy a explicar. Despacito, para que me entiendan.
Amo a los animales. Por no matarlos, ni pesco. Tengo un asunto personal con los que exterminan tortugas, delfines, ballenas o atún rojo. También prefiero una piara de cerdos a un consejo de ministros. Creo que no hay nada más conmovedor que la mirada de un perro: mataría con mis propias manos, sin pestañear, a quien tortura a un chucho. Sostengo que cuando muere un animal el mundo se hace más triste y oscuro, mientras que cuando desaparece un ser humano, lo que desaparece es un hijo de puta en potencia o en vigencia. Eso no quiere decir, naturalmente, que caiga en la idiotez de algunas sociedades protectoras de animales que dicen que cargarse a un bicho es un acto terrorista. Incluso, como apuntaban mis comunicantes, cada año voy un par de veces a los toros. Cada cual tiene sus contradicciones, y una de las mías es que me gustan el temple de los toreros valientes y el coraje de los animales nobles. Es una contradicción -tal vez la única, en lo que tiene que ver con los animales- que asumo sin complejos; y sólo diré, en mi descargo, que nunca me horroricé cuando un toro mató a un torero. Al torero nadie lo obliga a serlo; y a cambio de jugarse la vida, gana dinero. Si no murieran toreros, cualquier imbécil podría estar allí. Cualquier cobarde podría dárselas de matador de toros. Cualquier mierdecilla podría justificar por la cara, sin riesgo, su crueldad y su canallada.
Yo he visto matar. Con perdón. Matar en serio. He visto hacerlo de lejos y de cerca, a solas y en grupo, y me he formado ciertas ideas al respecto. Una de ellas es que degollar y cascar tú mismo, cuando toca, forma parte de la condición humana; y que son las circunstancias las que te lo endiñan, o no. También tengo una certeza probada: muy pocos son capaces de matar cara a cara, de tú a tú, jugándosela sólo con su inteligencia y su coraje, si alguien no les garantiza impunidad. Recuerdo a verdaderas ratas de cloaca, incapaces de defender a sus propios hijos, enardecerse en grupo y gallear, pidiendo sangre ajena, cuando se sentían respaldados y protegidos por la puerca manada. Conozco bien lo miserable, cruel y violento que puede ser un individuo que se sabe protegido por el tumulto. También leo libros, vivo en España, conozco a mis paisanos, y sé que para linchar y apuñalar por la espalda, aquí, somos unos artistas. Lo hacemos como nadie. Por eso, que media docena de tordesillanos, o más, se quejen porque a estas alturas de la feria me asquea lo del toro de la Vega y me cisco en los muertos de los lanceros bengalíes, me tiene sin cuidado. Lo dije, y lo sostengo.
Llamar combate, torneo y espectáculo de épica bravura a miles de fulanos acosando a un animal solitario y asustado, y después tratar de héroes a una turba enloquecida por el olor de la sangre, que durante media hora acuchilla hasta la muerte al toro indefenso, refugiado en un pinar, y que luego salga la alcaldesa diciendo que «el combate fue rápido y ágil», y que el Aquiles de la jornada, o sea, el cenutrio que le metió el primer lanzazo, alardee, como el año pasado, de que «el toro estaba a la defensiva y se escondía en los arbustos, así que era difícil alancearlo», es un sarcasmo, una barbaridad y una canallada. Se pongan como se pongan. Al menos, en las plazas de toros el animal tiene una oportunidad: empitonar a su verdugo, de tú a tú. El consuelo, tal vez, de llevarse por delante al cabrón que lo atormenta. Así que, por mí, todos los heroicos lanceros de la Vega pueden irse a hacer puñetas.
Arturo Pérez Reverte (Publicado en El Semanal - 25 Mayo 2003)
Amo a los animales. Por no matarlos, ni pesco. Tengo un asunto personal con los que exterminan tortugas, delfines, ballenas o atún rojo. También prefiero una piara de cerdos a un consejo de ministros. Creo que no hay nada más conmovedor que la mirada de un perro: mataría con mis propias manos, sin pestañear, a quien tortura a un chucho. Sostengo que cuando muere un animal el mundo se hace más triste y oscuro, mientras que cuando desaparece un ser humano, lo que desaparece es un hijo de puta en potencia o en vigencia. Eso no quiere decir, naturalmente, que caiga en la idiotez de algunas sociedades protectoras de animales que dicen que cargarse a un bicho es un acto terrorista. Incluso, como apuntaban mis comunicantes, cada año voy un par de veces a los toros. Cada cual tiene sus contradicciones, y una de las mías es que me gustan el temple de los toreros valientes y el coraje de los animales nobles. Es una contradicción -tal vez la única, en lo que tiene que ver con los animales- que asumo sin complejos; y sólo diré, en mi descargo, que nunca me horroricé cuando un toro mató a un torero. Al torero nadie lo obliga a serlo; y a cambio de jugarse la vida, gana dinero. Si no murieran toreros, cualquier imbécil podría estar allí. Cualquier cobarde podría dárselas de matador de toros. Cualquier mierdecilla podría justificar por la cara, sin riesgo, su crueldad y su canallada.
Yo he visto matar. Con perdón. Matar en serio. He visto hacerlo de lejos y de cerca, a solas y en grupo, y me he formado ciertas ideas al respecto. Una de ellas es que degollar y cascar tú mismo, cuando toca, forma parte de la condición humana; y que son las circunstancias las que te lo endiñan, o no. También tengo una certeza probada: muy pocos son capaces de matar cara a cara, de tú a tú, jugándosela sólo con su inteligencia y su coraje, si alguien no les garantiza impunidad. Recuerdo a verdaderas ratas de cloaca, incapaces de defender a sus propios hijos, enardecerse en grupo y gallear, pidiendo sangre ajena, cuando se sentían respaldados y protegidos por la puerca manada. Conozco bien lo miserable, cruel y violento que puede ser un individuo que se sabe protegido por el tumulto. También leo libros, vivo en España, conozco a mis paisanos, y sé que para linchar y apuñalar por la espalda, aquí, somos unos artistas. Lo hacemos como nadie. Por eso, que media docena de tordesillanos, o más, se quejen porque a estas alturas de la feria me asquea lo del toro de la Vega y me cisco en los muertos de los lanceros bengalíes, me tiene sin cuidado. Lo dije, y lo sostengo.
Llamar combate, torneo y espectáculo de épica bravura a miles de fulanos acosando a un animal solitario y asustado, y después tratar de héroes a una turba enloquecida por el olor de la sangre, que durante media hora acuchilla hasta la muerte al toro indefenso, refugiado en un pinar, y que luego salga la alcaldesa diciendo que «el combate fue rápido y ágil», y que el Aquiles de la jornada, o sea, el cenutrio que le metió el primer lanzazo, alardee, como el año pasado, de que «el toro estaba a la defensiva y se escondía en los arbustos, así que era difícil alancearlo», es un sarcasmo, una barbaridad y una canallada. Se pongan como se pongan. Al menos, en las plazas de toros el animal tiene una oportunidad: empitonar a su verdugo, de tú a tú. El consuelo, tal vez, de llevarse por delante al cabrón que lo atormenta. Así que, por mí, todos los heroicos lanceros de la Vega pueden irse a hacer puñetas.
Arturo Pérez Reverte (Publicado en El Semanal - 25 Mayo 2003)
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Antitaurino,
Protección animal
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Monos Programadores...
Dicen que una vez alguien entró en una tienda de mascotas y, mientras miraba los diferentes animales que estaban en exposición, otro cliente entró en la tienda y le dijo al dependiente:
- “querría un mono C, si es tan amable”.
El dependiente asintió y se dirigió hacia una jaula situada en el fondo de la tienda, de donde sacó un mono. Le puso un collar y una correa y, entregándoselo al cliente, le dijo:
– “son 10.000 $”.
El cliente pagó y se fue con su mono.
Nuestro primer personaje, el que estaba echando un vistazo a la tienda y que había sido testigo atónito de la extraña compra, se dirigió al dependiente y le dijo:
— “qué mono más caro, pero si la mayoría de ellos no cuesta más de unos cientos de pesos; ¿por qué cuesta ése tanto?”. A lo que el dependiente le respondió:
–“ah, ese mono puede programar en C de forma muy rápida, con el código justo y sin fallos; vale realmente su precio”.
Entonces, nuestro atribulado personaje miró otro de los monos de la jaula y exclamó sorprendido:
—“¡WEE, pero si este otro mono es aún más caro, 20.000 $! ¿Qué es lo que hace?”. A lo que el dependiente respondió:
–“Ese es nuestro mono C++. Puede programar en lenguajes orientados a objetos, Visual C++ y Java; cosas de verdadera utilidad”.
Mientras el dependiente decía esto, nuestro personaje seguía mirando a su alrededor y, entonces, vio un tercer mono en una jaula para él solo. Su precio era de 100.000 $. Ya casi sin aliento, le dijo al dependiente:
—“ése vale más que todos los demás juntos; ¿qué demonios es lo que hace?”.
Encogiéndose de hombros, el dependiente respondió:
–“Bueno, en realidad no le he visto hacer nada, pero él dice que es jefe de proyecto”.
Esto nos enseña que "El que sabe, sabe y el que no es jefe"..
Visto en SantuxNews
- “querría un mono C, si es tan amable”.
El dependiente asintió y se dirigió hacia una jaula situada en el fondo de la tienda, de donde sacó un mono. Le puso un collar y una correa y, entregándoselo al cliente, le dijo:
– “son 10.000 $”.
El cliente pagó y se fue con su mono.
Nuestro primer personaje, el que estaba echando un vistazo a la tienda y que había sido testigo atónito de la extraña compra, se dirigió al dependiente y le dijo:
— “qué mono más caro, pero si la mayoría de ellos no cuesta más de unos cientos de pesos; ¿por qué cuesta ése tanto?”. A lo que el dependiente le respondió:
–“ah, ese mono puede programar en C de forma muy rápida, con el código justo y sin fallos; vale realmente su precio”.
Entonces, nuestro atribulado personaje miró otro de los monos de la jaula y exclamó sorprendido:
—“¡WEE, pero si este otro mono es aún más caro, 20.000 $! ¿Qué es lo que hace?”. A lo que el dependiente respondió:
–“Ese es nuestro mono C++. Puede programar en lenguajes orientados a objetos, Visual C++ y Java; cosas de verdadera utilidad”.
Mientras el dependiente decía esto, nuestro personaje seguía mirando a su alrededor y, entonces, vio un tercer mono en una jaula para él solo. Su precio era de 100.000 $. Ya casi sin aliento, le dijo al dependiente:
—“ése vale más que todos los demás juntos; ¿qué demonios es lo que hace?”.
Encogiéndose de hombros, el dependiente respondió:
–“Bueno, en realidad no le he visto hacer nada, pero él dice que es jefe de proyecto”.
Esto nos enseña que "El que sabe, sabe y el que no es jefe"..
Visto en SantuxNews
Etiquetas:
Humor
domingo, 6 de septiembre de 2009
Crash test a 100 km/h
Interesante vídeo donde se muestra el resultado del choque de un Volkswagen Golf (modelo del 2008) a 100 km/h. Este es un modelo que cuenta con la máxima calificación del EuroNCAP. En estas pruebas el choque frontal se realiza a 64 km/h. Como se puede observar la diferencia entre cómo queda el coche en el choque a 64 y a 100 km/h es considerable.
Aun así 100 km/h es una velocidad relativamente baja, y muchos propietarios de coches modernos de gama media/alta se sienten dentro de éstos más seguros de lo que realmente están, lo que les lleva a superar en bastante los 100 km/h.
Aun así 100 km/h es una velocidad relativamente baja, y muchos propietarios de coches modernos de gama media/alta se sienten dentro de éstos más seguros de lo que realmente están, lo que les lleva a superar en bastante los 100 km/h.
viernes, 4 de septiembre de 2009
jueves, 3 de septiembre de 2009
miércoles, 2 de septiembre de 2009
Los ismos del (t)ERROR
Los principales errores condenados por la Iglesia son trece: el materialismo, el marxismo, el ateísmo, el panteísmo, el deísmo, el racionalismo, el protestantismo, el comunismo, el socialismo, el sindicalismo, el liberalismo, el modernismo y la francmasonería.
Nuevo Catecismo del padre Ripalda. El viejo es de 1616 y el fragmento procede de la edición de 1957.
Visto en El Blog Ausente
martes, 1 de septiembre de 2009
Parodia Homeopatía
Parodia de That Mitchell and Webb Look en la que ridiculizan algunas de las bases de la homeopatía.
Visto en el Blog de Evolutionibus
Visto en el Blog de Evolutionibus