Unos nuggets de pollo con patas picotean en la salsa con la que van a ser comidos. Dos palitos de pescado nadan en una minúscula pecera. En varios terrarios se mueven y arrastran unos perritos calientes. Esta grotesca tienda de mascotas es una instalación que ha creado el artista británico Banksy en un local del Greenwich Willage, en Nueva York .
Al entrar en esta tienda, donde no se puede comprar nada, podemos ver además, a un Piolín envejecido y sin plumas, balanceándose hastiado, en su jaula, a un conejo ataviado con un collar de perlas que está haciéndose la manicura o a un mono con auriculares, viendo una pantalla de televisión donde se proyectan imágenes de otros monos copulando. En la puerta de la tienda, una atracción infantil de un delfín, de las que se mueven al echar una moneda, está cubierta con una red de pesca.
Esta instalación, la primera en la que este artista utiliza robots, cuestiona, como él dice en The New York Times, la relación que tenemos con los animales y la ética de la cría intensiva en las granjas.
Pero a mí la instalación me parece un poco confusa. La verdad es que no me queda claro lo que está cuestionando el autor: ¿la cría de animales para nuestro consumo, la calidad de su vida, la calidad de la vida de las mascotas, la dignidad de los animales, la comida basura, la pesca furtiva?
Este primer vídeo que pongo parece que está hecho por el “cámara novato”, pero da una buena idea de la instalación. El resto de los vídeos los podéis encontrar en la página web del autor. Y si ahora estáis en Nueva York, podéis visitar The Village Pet Store and Charcoal Grill, que es como se llama la instalación, hasta finales de octubre.
Visto en Ni me va, ni me viene
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