Un Burn-Out espectacular, pero con final inesperado por el propietario de la moto. Y todavía el tío, después de todo, intenta arrancarla dándole al botón. Menudo personaje. Ahora, la cara de la pareja/esposa del tipo y el tono en el que le dice algo, no necesita traducción. Gracias a espectáculos así, cuando dices que eres motero, la gente te rehuye sin querer saber más explicaciones.
Visto en: Moto22
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